jueves, 22 de septiembre de 2011

Acontece que

Acontece que la vi, ayer, después de cuatro horas de una de las asambleas más peleadas que he tenido, la vi. Contaron los votos y mientras lo hacían yo ya estaba buscando mentalmente dónde dejé unos textos y unas clases de estadística. Y no po oye, seguimos, a morir, sin cerrar el primer semestre, pasandonos por la raja las amenazas del gobierno de perder las becas, pero siguiendo con el cachito de tener el primer semestre abierto aún. En fín.
Llevo tres meses y veinte días sin tener clases, sin sentarme en una sala y tomar apuntes, sin dormir en estadística, sin dar una prueba, sin estudiar. Tres meses y veinte días! y han sido tan pulentos.
Aprender, eso he hecho, todo el tiempo. Aprender, aprender, aprender y aprender. No en una sala con un profesor dictando una cátedra, sino que en la calle, en charlas, en foros, en carretes, en asambleas, en discusiones de metro.
Aprender, tanto! tanto tanto tanto! sobre tantas cosas y de tantas formas, y el sentimiento constante de que aún me falta mucho más por saber; eso me gusta, me gusta saber que siempre hay algo más.
Pensar. Eso he aprendido, a pensar, a criticar, a debatir, a escuchar y respetar, a defender ideas y a saber explicarlas bien. A conocerme, eh brígido, pero es así.
Creo que la U me ha lavado el cerebro, pero en un buen sentido. Me gusta este lavado de cerebro, es como sentir que ahora todo calza, pollo.

Lo triste eso sí, es que en todos, todos, todos todos y cada uno de los carretes a los que asisto, se habla de política. No sólo ahora, sino que siempre, e igual es como obvio, si eso estudio, pero llega a ser triste que cuando carreteo en otros contextos tengo como la necesidá de poner el tema de la política, o cuando hablo con gente de otros contextos, también. De alguna u otra forma termino hablando sobre lo mismo, debatiendo, compartiendo. Igual triste po! pero qué se le va a hacer?
Nunca olvidaré esa noche que terminé en un carrete de sociología y se quedaron hasta las siete de la mañana filosofando de la inmortalidad del cangrejo. Maaaaaaaaaaaal po. Y anoche un loco de derecho me decía que en sus carretes discuten las leyes. LAS LEYES PO HUEÓN. brígido.

Otra de las cosas bonitas, han sido las personas, las relaciones. He conocido muchísima gente! me he hecho amistades realmente pulentas y retomé relaciones que estaban como perdidas.

En lo que guateo es en el análisis de discurso, me cuesta mucho. O sea, fácilmente se cacha cuando estás escuchando a alguien de derecha, a un loco amarillo o a alguien de izquierda po, pero la parte de izquierda (o no-derecha) tiene taaaaantas variantes. Hay tantos grupos políticos y cada uno con su propia volá, y me cuesta ene poder clasificar o sacarle el rollo a alguien cuando lo escucho. Igual tampoco me he preocupado de informarme bien, y hacer comparaciones, o preguntar y todo, pero bueno, eso.

Aún me falta caleta, cada día siento que aprendo algo nuevo, a pesar de que la etapa de las charlas y foros masivos ya pasó. Esa época en que el Salón de Honor (u otros lugares) colapsaba de tanta gente que quería saber, entender porqué el Estado nos caga, porqué es posible la educación gratuita, cómo se entiende la calidad... o sobre constitucionalismo, sobre los alimentos transgénicos, sobre Hidroaysén, las semillas, el Marxismo, la violencia, el empoderamiento ciudadano o el rollo Mapuche. Ya no es tanto, ya no abundan los foros o charlas (aunque igual hay, ayer fui a una sobre la interculturalidad en el sistema educativo, y adivina qué, el Estado nos pasa la machine al respecto de eso también), ya como que esa etapa ya pasó, ya se conoce la teoría, ahora viene la práctica. El aguante, es seguir, el esperar.

Hoy fui feliz. Ver tanta gente en la marcha después de que la última tuvo tan poca convocatoria. Ayer analizábamos que si nuevamente iba poca gente esta hueá tenía los días contados, porque la prensa está agarrando vuelo con lo de dar a entender que estamos muriendo y eso igual influye ene... pero no po loco, sigue con igual y más fuerza.
Después me pasé la tarde tarreando y la gente tiene también la necesidá de opinar, de decirte "ponte a estudiar mejor oh cabra floja" o "sigan no más, con fuerza, ustedes no están solos". Es bacán eso, la gente que te cuenta sus experiencias y te dice voh dale! dale no más! mira que mi generación estuvo cagá de miedo pero la de ustedes no, la de ustedes es valiente, la de ustedes nació en democracia y no tiene miedo de exigir, voh dale!!

Así que eso, la vi po, es fea la expresión, pero realmente estuve con mi gran poto a dos manos. De hecho había comenzado a avanzar en un trabajo y a leer unos textos, y dije "ya, aprendí mi lección, estuve cagá de miedo así que comenzaré a re-estudiar aunque sea una horita al día, piola, relajá, tranquila por la vida...." y aquí estamos.